Tanto en el porno como en la vida real, los masajes resultan infalibles como preámbulo ideal para una follada de ensueño. Los preliminares suelen alcanzar cotas más elevadas de excitación cuando es el chico el que masajea a la chica, dado que las mujeres son, por lo general, más estimulables con el tacto, es decir, con los tocamientos bien ejecutados en sus zonas erógenas (los susurros y las expresiones ardientes también las ponen a mil). Mientras que, generalmente, los hombres se vienen arriba en mayor medida con el sentido de la vista, además de los correspondientes sobamientos de culo, tetas y coño, por supuesto. Lo importante es estimular los sentidos al máximo para que en la posterior penetración ambos alcancen el nirvana. Y es que no hay nada más placentero que una perfecta conexión intima en la cama. Sin más prolegómenos, os dejamos con un excitante masaje a la hermosa húngara Christina Shine, al que le sucede una buena empotrada anal como mandan los cánones (Anal Mom).
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