En esta misma casa se ha hablado alguna vez Toni Ribas como un abanderado del triunfo del hombre normal en el porno, el tipo sin músculos y sin un rabo como una baguette que logra convertirse en uno de los grandes por puro talento y profesionalidad. Había cierto chovinismo en aquella reivindicación del semental catalán, pero hay ejemplos por todo el mundo: el jovenzuelo Tyler Nixon, con su baja estatura, su cuerpo sin trabajar y su rabo estándar se ha servido de su cara de adolescente surfero y su puro talento para olvidarse del personal técnico e involucrarse en sus escenas como si su compañera y él estuviesen solos en el mundo. Por eso recibe el privilegio de ser llamado a filas por Nubile Films para tríos como este con Elsa Jean y Lily Rader, dos ángeles rubios por los que cualquiera se volvería loco.
Comentarios