La cámara a veces engaña, puesto que Maddy May mide apenas 1,60 cm, pero qué hechuras, qué actitud y qué predisposición a la hora de fornicar bien duro tiene este chica de Arkansas nacida hace 29 primaveras. Por supuesto, el aguante y la maleabilidad de sus orificios también ayuda para destacar en este oficio, puesto que Maddy ya sabe bien lo que es alojar dos miembros a la par tanto en su trasero como en su vagina. Esa tremenda osadía de la que hace gala en sus faenas de alcoba y su elevado ritmo de rodaje la sitúan, sin duda, entre uno de los principales valores de su generación dentro del circuito porno norteamericano.
Gracias a uno de nuestros visitantes predilectos por hacer mención —y ponernos tras la pista— de la tremenda escena que podemos disfrutar a continuación, filmada bajo el sello de Jules Jordan Video.
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