Foxy Di

Podría ser una rusa más de esas con dos docenas de apodos distintos, una de estas pornstars eslavas hechas por el mismo patrón que se dejan invadir todos los agujeros sin pestañear y que demuestran las mismas emociones o carisma que una silla de madera. Pero no: Foxy Di es harina de otro costal, una mujer especial que despliega desparpajo y morbo con cada mirada a la cámara.

Si aspecto de princesita Disney fue lo que le valió cierta popularidad al inicios de su carrera, una especie de versión más juvenil e inocente de Remy LaCroix, pero pronto se encargó de poner los puntos sobre las íes a base de trabajar con máxima profesionalidad, de darlo todo en cada escena que rueda y, sobre todo, de demostrar una personalidad casi impropia de su edad y de la industria europea, muy dado al porno aséptico y nada sentimental. Foxy ha trabajado ya con Teen Mega World, Met-Art, X-Art, Nubiles, 21 Sextury y otro montón de compañías a este lado del Atlántico. Que decida algún día atreverse a hacer las Américas solo depende de ella.