Hacemos un poco de retrospectiva para rememorar a una checa de escaso bagaje profesional, pero con un físico irresistible que resulta un auténtico deleite para la audiencia. Adoptó numerosos nombres artísticos durante sus años en activo, como Jennifer Jordan, Monika Benjar o Monika Cajth, aunque lo que realmente se quedó grabado en la retina de los aficionados es ese físico que invitaba a pecar sin descanso, del que sobresale una delantera colosal sin el mínimo retoque artificioso. En definitiva, estamos ante una atractiva checa alejada de la pornografía ruda de los actuales laboratorios hardcore de Praga, pero con dos poderosas armas hipnóticas.
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