Hace un par de años RayVeness dejó la industria echando pestes de los escasos valores morales de que hacían gala algunas escenas. No le preocupaba la seguridad, los abusos o las prácticas cada vez más extremas, sino la propensión a recrear tramas incestuosas para estimular el morbo del espectador. Poco después regreso a su oficio, y aunque nunca llegó a admitirlo, hay quien sospecha que a la bella RayVeness no le sentaba nada bien que la tildasen de MILF sin haber llegado aún a los cuarenta. Ahora, con 42, lo siento por ella pero nos parece una MILF de manual, aunque eso sí: una de las más guapas.

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