Si mi memoria no falla, la única vez que tuvimos el placer de ver a Adriana Lynn (no confundir con Adrenalynn) por aquí fue en una orgía junto a un puñado de actrices que se estrenaban en este noble negocio de comer dobleces. No es la mejor forma de iniciarse en el porno pero, cuando una carrera se atasca en el softcore lésbico, hay dos buenas posibilidades para remontar el vuelo: sorprender al personal con algo extremo o recurrir a un debut como Dios manda, esto es, poner el coño a disposición de y su equipo de masajistas. Adriana, como habrás adivinado, eligió ambos caminos.
![](http://kimurakhv.ru/rsm-trucks/wp-content/themes/omx-theme/images/avatar.png)
Comentarios