Cuando la mezcla de talento y belleza es tan indiscutible y descomunal, el éxito acaba cayendo por su propio peso. Es justo lo que sucedió con Lana Rhoades, una mujer que hizo estallar cerebros y corazones con sus primeros trabajos (seguro que cierto actor no ha logrado sacarse ese cuerpo de la cabeza) y, a pesar de unos inicios algo dubitativos por culpa de malos agentes y malas compañías, Lana ha terminado convirtiéndose en la superestrella que todos augurábamos. Ahora, después de entregar ese as en la manga que era el primer anal y la doble penetración al señor Greg Lansky y su ágil talonario, ahora Lana reparte caramelos por el resto de productoras famosas: en el último mes ha rodado ya tres nuevos anales para Jules Jordan, Brazzers y Naughty America (¡en realidad virtual!).
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