Si hay una mujer a la que nunca nos cansaremos de alabar, haga lo que haga, esté como esté, es a la gibraltareña de origen francés que se crió en Texas y que con esa naturaleza internacional y ese cuerpo que parece mejorar con los años casi podríamos escribir a la UNESCO para considerarla patrimonio de la humanidad. Ava Addams nunca decepciona porque solo necesita sonreír y desnudarse para ganarse al espectador, y si además hace como en su más reciente escena para Pure Mature y se deja embadurnar de aceite para acentuar su voluptuosa anatomía, la escultural MILF no necesita mucho más para seguir siendo lo que es: una diosa.
Vuelta a Ava Addams, la lúbrica gibraltareña
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