Hoy volvemos al porno sucio y bien hecho de esa pequeña actriz que Pinjed rebautizó como la nueva Gauge de aires latinos. Holly Hendrix vuelve en una escena (de la película Slutty Angels) junto a Jonni Darkko y donde el director va directo al grano, esto es, al anal sin paso previo por el coño. Eso sí, con la ayuda de mucho aceite y un enorme juguete dilatador. No es de extrañar que tal despliegue de cerdería anal haya convertido a la menuda diva en una habitual de los premios —fue nombrada mejor actriz revelación los AVN 2017— y referencia ineludible a todo aquello con aroma culero. Y recordemos que tiene mucho mérito, más con estos datos en la mano: 20 años, 147 centímetros de estatura y 43 kilos.
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