Ya iba siendo hora que presentáramos en esta santa casa a Bunny Madison, una actriz porno ya talludita que comenzó en este negocio cumplida la treintena de edad, lo que significa que tenía las ideas bien claras y sus cuerpo pidiendo mambo sin demasiadas contemplaciones. Y es que aparte de su peculiar atractivo, estamos ante una MILF que no duda en entregar el cerapio cuando se le requiere, especialmente a yogurines como suele ocurrir en las escenas con féminas que ya han alcanzado cierta madurez. El apelativo Bunny, ya es toda una declaración de intenciones de la susodicha, que las encaja por cualquiera de sus orificios que da gusto, nunca mejor dicho.
Trío extra
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