La República Checa, fuente inagotable de atrevidas actrices porno, es un territorio donde es difícil destacar en el gremio de las tres equis, dadas las inclinaciones por el porno duro que tienen las starlets checas. Pero durante los últimos años un nombre ha sobrevolado por encima del de muchas féminas europeas, y para ello hay que alcanzar unos asombrosos niveles de perversión. Para más pistas, luce un tatuaje encima del pubis que dice “Fuck me”, y otro encima de las nalgas que reza así: “I love anal sex”. Es decir, un sueño cumplido para la mayoría de hombres que habitan este jodido planeta. Además, luce un culo sobrenatural capaz de tragarse lo impredecible como si fuese un agujero negro intergaláctico, lo que también sirve de pista final. Con ustedes Kristy Black.
Comentarios