Quizá uno de los mayores defectos endémicos del glamcore es esa forma de convertir el porno en algo muy solemne. El subgénero ha cogido la manía de relacionar naturalidad y belleza con la seriedad más fría, y eso nunca es bueno: follar riendo es mejor. Puede que en la reciente estén tratando de cambiar esa corriente con escena como la que sigue: un trío entre Dani Jensen, Karlie Montana y Danny Mountain que empieza con una partidita de Twister bien cachonda y acaba como acaba todo lo bueno: sudados y cansados.
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