Los vídeos de esta entrada fueron compartidos por un tipo que se dedica al culturismo y porno amateur, y que se hace llamar Asmodeus, en referencia al demonio de la lujuria y uno de los 7 príncipes del infierno y si bien la calidad de los vídeos no es muy buena los gritos que da su compañera al momento en que con premeditación, alevosía y ventaja se la deja ir por el culo «sin autorización» son una delicia.
No estoy seguro si el suceso en verdad fue improvisado, y estamos presenciando el crimen perfecto, o si todo ha sido armado para dar más morbo al clip, pero ese griterío me transportó a esa época de los años 90/2000 en que los vídeos recopilatorios de «painal» o «anal accidents» fueron tan populares. Este tipo de «accidentes» a veces cometidos más por picardía que por un mal cálculo, se perdieron junto a otros elementos del porno de antes, como las «fluffers» o la interacciones clandestinas de los camarógrafos con el talento femenino, tanto por ser considerados inapropiados como por el interés de la modelo y de la industria de poder monetizar esa primera vez, ya que aunque no todas corren con la misma suerte de recibir una jugosa oferta por su preciada retaguardia, sitios como Tushy son la prueba de que una colita bien parada puede cotizarse muy bien. Esperemos que siempre podamos contar con una que otra despistada que preste su esfínter para nuestro entretenimiento sin tantos reparos, como la protagonista de los vídeo de hoy, que tras un «ups, lo siento» perdona las diabluras del bellaco.
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