Ya era conocida por ser una pornstar especialmente pasional en sus escenas, y lo cierto es que se me hace imposible recordad una mala escena suya. Pero con este regreso tras un período de descanso maternal, la adorable Eva Angelina ha vuelto más feroz que nunca y con una sed de rabo que seis meses después de su reengancho no parece tener límites. Con un aspecto más agresivo, con más tatuajes y media cabeza rapada, pero con la misma carita de pícara y sin quitarse las gafas, la californiana parece dispuesta a abrirse paso hasta lo más alto a base de folladas y cabalgadas que nos costarían la salud coronaria a más de uno.
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