Como emetofilia o vomerofilia se conoce la excitación ante el vómito o el acto de vomitar o, más concretamente debido a la visión de alguien que vomita, la inducción del propio vómito, que la pareja te vomite, o viceversa. Los primeros casos fueron registrados en 1982 por el doctor Robert J. Stoller en un articulo publicado en Archives of Sexual Behavior. Describía los casos de tres mujeres emetófilas: una de ellas alcanzaba el orgasmo teniendo fantasías con el vomito, otra conseguía tener orgasmos mientras vomitaba, y la tercera sentía placer físico, sin orgasmos, tras vomitar. Se dice que los romanos, cuando celebraban un gran banquete, vomitaban la comida ingerida para poder seguir disfrutando del placer de comer. Es por esto por lo que se llama ducha romana al acto de vomitar sobre la pareja. Vía
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