Vivimos en una era un tanto decadente en ciertos —o demasiados— ámbitos. Daría para un buen tocho si empezáramos a concretar, pero, por ejemplo, la política y los medios de comunicación se han convertido en un pozo ciego de inmundicia inabarcable. Ahora bien, de este, nuestro presente, podemos destacar otras cosas, como la belleza exultante de la juventud. Las personas de cierta edad coinciden en afirmar que nunca habían visto tanta gente guapa a su alrededor; que es posible que las nuevas generaciones estén faltos de otras cualidades, pero que de belleza andan sobrados en un porcentaje considerable. Por supuesto, esto se percibe también en el porno, donde nos encontramos muy asiduamente con bellezones que quitan el hipo, algo de lo que nos alegramos, como no podía ser de otra manera. Valga como otro ejemplo más la austriaca Kate Kuray, un auténtico bombón que trabaja por cuenta propia en esto del folleteo filmado. Además, le va por el culo, y eso es un plus en esta santa casa.
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