Jenna Starr se evade de todo menos de su hijastro cachondo

Las frases de autoayuda, insustanciales y trilladas en muchos casos, siguen inundando las diferentes redes sociales existentes, donde este tipo de poses “trascendentes” se entremezclan con las imágenes de gente poniendo morritos, lo cual aviva la misantropía de cualquier mortal con sangre en las venas. La meditación, el yoga y la búsqueda de la paz espiritual también son tendencia, y la corpulenta Jenna Starr ha contratado a un coach profesional para que le ayude a aclarar su mente y a encontrar nuevas vías efectivas que le permitan aliviar el estrés y los problemas diarios. Es así como Jenna inicia un camino que le cambiará la vida, priorizando sus auténticas necesidades y conectando consigo misma. Solo hay un verso suelto y jocoso entre tanta espiritualidad postmoderna; su hijastro Elias es un “convidado de piedra” que aparece en ciertos momentos para meter mano a su madrastra e, incluso, para follársela. Pero nada interrumpe a la gordita hacia la búsqueda de su paz interior, aunque el mozuelo desvergonzado quiera “guerra”.

Bola extra

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