A pesar de que Jennifer White lleva ya varios años en activo y su ritmo de trabajo ha ido de lo intenso a lo muy intenso, no son pocos los compañeros que hablan de ella como de una pornstar cumplidora y educada pero a menudo distante, poco dada a la complicidad y la química. En sus escenas es habitual verla con gesto recio, como quien trabaja de manera mecánica y desconecta parte de su cerebro mientras lleva a cabo sus tareas, pero por suerte en su filmografía hay algunas excepciones. En sus primeros trabajos se la puede ver sonreír y coquetear, y en los últimos se distinguen atisbos de esa actitud solo cuando su acompañante parece gustarle de verdad: un caso representativo es su reciente encuentro con Manuel Ferrara en Anal Nymphos Anal Legends #2 de Jules Jordan.
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