La pudimos ver por primera vez en esta casa en la “Habitación de Ricky” (Ricky’s Room), donde demostró sus dotes para el sexo filmado, y ahora hemos sabido más acerca de esta británica; concretamente, sobre su determinación a la hora de enrolarse en la industria pornográfica. Y es que Gal Ritchie fue muy persistente a la hora de dejarle claro al popular agente Mark Splieger que quería convertirse en actriz porno y que él la representara. Tras varias conversaciones, el cazatalentos solo vio un problema importante: Gal vivía en un pueblo en las afueras de Londres. Aunque la chica, completamente decidida, le prometió que se mudaría a California para formar parte de su elenco de pornstars. “Si no te agrado, tomaré otro avión de vuelta y volveré a casa”, dijo Gal en su momento. Splieger, viejo zorro de la industria, supo que no sería necesario, puesto que ya advirtió muchos detalles en la joven que le convencieron.
Está claro que no iba perdido, puesto que ha filmado la asombrosa cantidad de 115 escenas de estudio en los últimos 12 meses, aunque muchos de estos metrajes aún están en la recámara de las compañías. “Queremos pervertidas. Queremos que la gente haga esto no solo por el dinero, sino porque les gusta. Y es obvio que a Gal le encanta realmente este trabajo”, dijo convencido el agente. Lo cierto es que si solo es una cuestión económica lo que mueve a una persona en este gremio, lo acaba transmitiendo dentro y fuera de la pantalla; hay ejemplos de sobra, pero Gal Ritchie no parece pertenecer a ese grupo. La pregunta recurrente por estos lares es: ¿para cuándo el anal? Nos atrevemos a vaticinar que está al caer.
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