Bajita, con facciones infantiles y cierto aire de timorata, pero no se fíen de las apariencias, Coco Lovelock no se eleva del suelo más allá de 147 centímetros, aunque es una chica con altura de miras en lo que se refiere al sexo filmado. Su bagaje, en este sentido, ya es digno de consideración, y recientemente ha vuelto abrir su compuerta de atrás en los estudios donde casi todas las chicas del gremio tiene predilección a la hora de abrir sus culetes. Nos referimos, por supuesto, a los estudios de Tushy, donde a las féminas se les mima y se les acentúa la belleza antes de las enculadas glamurosas de marras.
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