Lo que parecía un agradable encuentro lésbico entre dos monumentos, se torna en un enfrentamiento por culpa del dichoso móvil. No en vano, los móviles los carga el diablo si hay una pareja de por medio. La pareja en cuestión está formada por Lena Paul y Giselle Palmer, que andan retozando en el sofá hasta que suena el teléfono; es entonces cuando Giselle descubre que Lena le ha estado engañando. Afortunadamente, la historia da un vuelco inesperado cuando Giselle llama al abogado para tramitar el divorcio. El caso es que después de que las dos impresionantes chicas intentaran ganarse los favores del letrado Ricky Johnson mediante una limpieza de bajos, la disputa concluye con un espectacular trío repleto de lujuria, carne, vellos púbicos y almejas en remojo. En definitiva, un espectáculo digno de contemplar.
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