Por mucha tierra que se le eche encima, ya hemos comentado en alguna ocasión que el porno es un fenómeno tan global que hay nichos y formatos para todos los gustos, por lo que cualquier chica libre de prejuicios y de la inevitable presión social puede elegir la alternativa del folleteo filmado como salida profesional, sea cual sea su físico o apariencia estética. Por ejemplo, las chicas apocadas en curvas y de apariencia frágil tienen una audiencia fiel, como es el caso de Lottie Magne, una pequeña, enjuta y atrevida rusa que tiene un aspecto tan delicado que contrasta en gran medida con la capacidad de recibir embestidas a diestro y siniestro por todos los orificios de su cuerpo, que, dicho sea de paso, sorprende por su palidez extrema.
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