Muchas veces hemos sido testigos de ver las carreras ascendentes de actrices que pensábamos que se llevarían el mundo por delante, que lo tenían todo para triunfar, que dejarían huella en la industria y que solo era cuestión de tiempo para que sucediera. Sin embargo la vida en esta industria es un mar de decisiones y sacrificios que muy pocas se toman en serio y van hasta las ultimas instancias. A veces es la curiosidad las que las encamina en el rubro y solo lo experimentan como una anécdota pasajera, otras es la necesidad de atención y fama que pueden llegar a tener. Sin embargo, no muchas han llevado su carrera de la mano de la pareja con la que iniciaron. Un tal Max fue el afortunado de disfrutar a pleno de un cuerpo que exubera belleza, una cara angelical que enamora a primera vista. El mismo Pierre Woodman se quedó con las ganas de saborear las mieles que poseía y se conformó con grabarla con él.
En sus inicios se la veía algo desorientada y tímida, su inocencia aún no nos mostraba su potencial, dejándose llevar por su novio para llegar al climax; pero eso no duró demasiado. Pronto empezó a tomar iniciativa, ya no se la veía tan fría, sabía lo que quería y lo disfrutaba. Poseedora de un par de senos de ensueños, una retaguardia que el deseo más escondido saltaba a la vista, una vagina tan delicada y hermosa que no deja los pensamientos tranquilos. Rubia de ojos azules que excita a cualquiera. Sí, Marry Queen era de esas mujeres que con solo verla ya sabes que viene un momento de placer muy intenso.
El anal lo hacía ver como algo natural, inherente en ella. Las escenas en solitario solían ser muy intensas, sus lésbicos fueron de los más sutiles. Lastimosamente, todo quedó en una anécdota. Cuando parecía que daría el gran salto, subir el nivel y consolidarse, termina su relación con su novio, y con ello su pasión por la industria. He aquí el punto de inflexión. Tuvo 3 escenas con un tipo, pero no dio resultado y desde entonces se dedicó al lésbico. Poco a poco ese encanto se fue apagando, lo último que se supo de ella es que había bajado de peso y había vuelto a su tierra natal a hacer modelaje.
Pocas mujeres pueden jactarse de tener un cuerpo natural como el de ella. Ese encanto que nos dejó solo queda en la memoria y el anhelo de verla de vuelta.
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