De vez en cuando nos asomamos al catálogo de starlets de SexMex como quien explora territorio desconocido, y creo que no sin razón: las circunstancias de la inexistente industria del porno en México han convertido esta productora en un pequeño oasis, no tanto para el consumidor nacional (al fin y al cabo el acceso al porno más conocido es casi universal) como para el pornófilo en busca de talentos que desconoce. Al no tener un sector en firme del que extraer perlas, el abanico de señoritas que trabajan en el estudio mexicano es casi exclusivo, mujeres que difícilmente veremos fuera de la compañía y que sería complicado, si no imposible, descubrir por otros medios. Una de ellas es Mia Marín, una hermosa y esbelta guadalajarense de 24 años que, ya como una especie de marca personal, casi nunca se quita las gafas para follar.
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