Por si no fuese aún suficiente con convertirse en el productor que más porno vende en occidente (esto es: el que más y mejores argumentos ofrece para hacer que el consumidor pague por algo de calidad), con reinvertir casi todo lo que gana en rodar porno de primerísimo nivel técnico y estético (tanto que de momento nadie le alcanza ni siquiera imitándole), con exprimir la belleza de sus actrices hasta máximos insólitos y con haber dominado un campo tan complejo como la publicidad SFW en una productora de porno explícito (dicen los entendidos que en esta faceta reside la clave de su éxito), ahora Greg Lansky se está erigiendo en descubridor de talentos inéditos: Mia Melano rodó su primera escena porno en Vixen y diría que por su aspecto no le van a faltar oportunidades para convertirse en una estrella. La chica está como un jodido tren.
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