Pese a la evidencia de que sus pechos son operados, y que el resultado no es el mejor que hemos visto, solo hace falta ver su estado anterior en aquella recopilación de recauchutamientos infames para ver que Nicole Aniston es de las pocas que ganaron con el cambio. Buena prueba de ello es cómo su paso por el quirófano marcó su rápido ascenso en los rankings de pornstars más populares, consiguiendo trabajo tanto en las grandes networks porno como en productoras muy poderosas como Wicked, de la que hoy rescatamos una de sus últimas colaboraciones. Breve y sereno pero siempre sensual (de corte noventero, dirían algunos), así es este polvo con Seth Gamble.
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