Tengo entendido que Owen Gray es uno de los actores masculinos habituales de Kink que más éxito tienen entre las mujeres, y lo cierto es que su aspecto físico no esa nada convencional en esta industria: tiene cara de adolescente enfermizo al que le ha dado poco el sol, pero cuando se quita la ropa está plagado de tatuajes de lo más extraños y posee una herramienta de trabajo de considerable tamaño. Pero quizá su punto fuerte está en la implicación: es uno de esos tipos que se entregan en cuerpo y alma en cada escena, sea del contenido que sea, y que parece hacer olvidar a su compañera que está trabajando rodeada de técnicos.
Recientemente hemos descubierto que Owen tiene una faceta que no conocíamos: hace vídeos porno de sexo convencional pero con su estilo, ritmo intenso y coqueteos con la asfixia y la sumisión. Y lo más curioso es que la mayoría de vídeo son por encargo: hay una serie de damas del porno y el mundillo de la webcam que a menudo reclaman sus servicios, seguramente como fans suyas, para que pase por sus casas y les dé uno de sus meneos. Señoritas como Janice Griffith, Marika Hase o Lucy Everleigh ya le han invitado a té y pastitas.
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