Como es bien sabido, las modas son cíclicas. La ropa de los raperos negros de los 80 les fue muy útil a los raperos blancos de los 90; llevar los pantalones por encima del ombligo lleva años estando a la orden del día y estoy seguro que es cuestión de tiempo que el mercado de «miriñaques» vuelva a estar en alza.
A mí me parece que fue ayer cuando veía el Canal+ con los ojos entrecerrados tratando de imaginarme entre un mar de puntos negros y blancos qué estaba ocurriendo en la peli guarra de turno o cuando grababas encima del VHS de la comunión de tu primo el porno que salía a las 3 de la mañana en el canal autonómico que te correspondía mientras pasaban por debajo infinidad de mensajes de gente de tu zona buscando quien le quitase las noches de soledad. Pues bien, hago un llamamiento desde aquí a todas las productoras pornográficas para que despierten y vuelvan al famoso «felpudo» del que tanto disfrutamos algunos (dios bendiga a Riley Reid por no hacerme perder la esperanza nunca) ya que es algo natural y bello (y vello) a su manera. Ya pasaron los tiempos de los excesos de silicona (gracias a dios) pero aún parece que nos da miedo admitir que las personas tenemos pelo.
Sin mas dilación os traigo un par de vídeos de una webcammer que se hacía llamar Linda Lawrence. Una joven chica de la que, a pesar de que ahora su cuenta de webcammer pertenece a otra persona (desconozco el motivo), aún se puede encontrar contenido suyo en internet.
Quizás su poblada vagina sea excesiva para algunos y todos sabemos que los extremos no son buenos, pero a veces hay que ser un poco radical cuando estás reivindicando un derecho que debería estar en la constitución (si es que no lo está).
PD: ¡Además me parece preciosa la muchacha!
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