Si hay algo que da morbo en el porno y juego en las pornoparodias es corromper la inocencia. Por eso siempre funcionan tan bien las de cuentos infantiles o, como en este caso, la de todo una institución de series infantiles: Pippi Calzaslargas, una de las mejores y más cachondas parodias que hemos comentado. Y atención, que viene firmada por el siempre grande Luca Damiano.
Pippi (Betti Blue) se nos presenta como una niña que vive al margen de la sociedad, de buen humor y mucha curiosidad. Curiosidad que le lleva a conocer a un grupo de amigos. Que claro, no son precisamente niños, sino unos jóvenes sexualmente muy activos. Estos viven todo el día sin dar golpe, en compañía de su tía, una MILF que se pone cachonda viendo al jardinero.
El trío de amigos, como veréis, son un grupo de jóvenes en la flor de la vida, aunque muy inocentes. Casi tanto que parecen mongolos. Esos conocen a Pippi y se hacen amigos. Los tres deciden ir a dar una vuelta en el caballo, cosa que la institutriz y el granjero aprovechan para ponerse morados.
La amistad del trío es grande, y Pippi descubre que le gusta que le toquen ahí abajo y los placeres de la felación… a caballo. Tras satisfacerse oralmente, el trío va a buscar a su tía… que anda en pleno polvo con el jardinero. Pippi y su amigo se quedan fascinados viendo como practican sexo. Lo mejor es que… ¡sus vecinas también se ponen a espiar! ¡Los espías espiados! Todos se van poniendo cachondos viendo como unos hacen sexo con los otros. Normal que la cosa acabe como acabe.
Después de esto, el trío de jóvenes, entre risas y juegos, se ponen a hacer sexo en el columpio. ¡Estos niños como son! El polvo va del columpio al jardín y de ahí a la piscina, con las dos chicas (destacando a Fernanda Diaz, que también salía en Blancanieves) recibiendo por la puerta de atrás. Esto es vida.
El momento más extraño es cuando, de repente, asistimos a un espectáculo de sexo y baile con temática egipcia. WTF? Una mujer, disfrazada de Cleopatra baila a ritmo de bacalao y satisface cuatro elementos. La mujer tiene esas habilidades contorsionistas que tanto gustan a Damiano: ¡las piernas no son tan molestas a la hora de follar!
Tras esta tontería, volvemos con nuestro trío. Mientras Tommy duerme la siesta, las curiosas Anita y Pippi se cuelan a ver que hace el jardinero (que también duerme). Con esa sana curiosidad que las caracteriza, comienzan a comerle el ciruelo sin apenas avisar para después follárselo. Mientras, las vecinas espías, aprovechan para ir detrás de Tommy ¡y secuestrarlo!
Después de ser sodomizadas, las chicas están ante un misterio: ¿dónde estará Tommy? Por suerte, tienen un perro que les ayudará a seguir su rastro. ¡Rastrea, Scooby! Resulta que al chico le ha secuestrado la secta egipcia. ¡Todo encaja! Al fin y al cabo sí que hay una aventura. Las dos discípulas preparan oralmente al chico para que complazca a su diosa, a quien folla ante la atenta mirada de sus acólitos. ¿Conseguirán lavarle el cerebro? Y a todo esto… ¡Las dos discípulas son transexuales, que se lo montan el uno con el otro! ¡Que no cesen las sorpresas!
Pippi y Anita encuentran a su amigo y llaman a la policia porque “están torturando a su amigo”. Estos llegan pronto y desarticulan la secta. ¿Estábamos viendo a Pippi o las aventuras de Los cinco? Eso sí: antes da tiempo a que todos monten una mega orgía entre policías y sectarios.
Estas aventuras porno de Pippi, a pesar de tener ya más de diez años, están a años luz de las rutinarias y aburridas pornoparodias americanas que tenemos que sufrir hoy día. No esperábamos menos de Luca Damiano. Cierto es que no sigue de manera especialmente fiel la trama, pero la actriz tiene parecido y mucho encanto, y todo el mundo se lo pasa bastante bien. Además, Fernanda está en su plenitud y tiene bastante atractivo, curiosa nariz incluida..
Una dirección dinámica, que alterna entre los protagonistas o presenta diferentes grupos de gente practicando sexo en diferentes planos y con variedad de situaciones y prácticas sexuales. No falta el anal en ninguna de las escenas: de hecho, varias comienzan directamente con él. Estas tienen ritmo, variedad, y con varias escenas en exteriores. Además, hay detallitos lleno de detallitos, como que Pippi no vaya con el potorro depilado, cosa que no pegaría con el personaje, el sexo en el columpio, donde se nota que se lo están pasando bastante bien o la musiquilla que adorna cada polvo.
Eso sí, la escena de los travelos igual no es de gusto de todos, pero tampoco nos vamos a rasgar las vestiduras. En general, un producto muy digno y superior a la media. Como parodia le damos un 4 y como porno, otro 4. El resultado final queda claro.
De momento, es la mejor que hemos comentado por aquí hasta nueva noticia. Que aprendan los yankis y que le de un un poco más de vidilla a sus producciones actuales. Y que pena que esta Betty Blue hiciera tan poquitas pelis, con lo pizpireta que era.
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