Karmen Karma

Bajo un nombre artístico que invitaba a pensar en la rama latina, Karmen Karma fue en realidad un muy caucásica starlet nacida en Detroit, Michigan, que llegó a la industria amparada por su propio look: silicona y decenas de tatuajes la colocaban en la misma categoría que Bonnie Rotten y otras ilustres amantes de la tinta corporal y el sexo efusivo. Quizá el mayor logro de Karmen fue proclamarse campeona de garganta profunda o deepthroat en el certamen anual que organiza Throated, un premio que se adjudicó en la edición de 2014 y en el que quedó subcampeona un año después. Se puede decir que era una virtuosa de tragar pollas.

Años antes nadie habría dicho que su futuro estaría en el porno. Venía de una comunidad muy conservadora y fue criada bajo la religión católica, pero durante la adolescencia todo se precipitó y el gusanillo de la experimentación sexual se convirtió en algo imparable. Empezó ofreciendo sesiones de striptease a sus amigos y aquello le sirvió de ensayo para iniciar su carrera en los clubes, y hasta llegó a subir a algunos de sus novios al escenario para romper las barreras de stripper y dar espectáculos porno en directo.

Después de tres años haciendo marranadas de todos los grados imaginables, conociendo a gente con la que llevaría su propia sexualidad más allá de los límites que ella conocía y tras ganar mucho dinero (la mamada que le dio el trofeo de Throated, por ejemplo, le valió 5.000 dólares contantes y sonantes), Karmen decidió que era el momento de plegar velas y dedicarse otra cosa. Concretamente a formar una familia y esculpir su cuerpo para competir en torneos de culturismo, una pasión que quedó patente la última vez que la vimos. Una mujer, sin duda, dueña de su propio destino.