Ryan Smiles
Ryan entró en la industria del porno exactamente en el momento justo, y por algún motivo a pesar de su tremenda capacidad para el oportunismo no logró alcanzar nunca la cima del prestigio profesional que algunos le auguraban al verla. Su físico era inigualable, eso desde luego: llegó al porno cuando los culos estaban en su pico más alto de moda y presentaba un pandero que años después algunos todavía tienen presente como uno de los trenes inferiores más impactantes que han pasado por este negocio. El de esta pelirroja es uno de esos casos de total injusticia: sus cualidades eran excepcionales pero nunca se vieron compensadas con premios, producciones monográficas de alto nivel o los baños de fama que ostentan otras con quizá menos merecimiento.
En cualquier caso, el porno de Ryan Smiles es hijo de su tiempo: ya sea ejerciendo de MILF (con menos de 25 años ya le han colgado alguna vez ese sambenito debido a lo rotundo de su constitución física y a un rostro que expresa de todo menos inocencia) o de muchacha jovencita, el combo de pecho natural generoso y culo estratosférico ha hecho que cada uno de sus trabajos sea un ejercicio de hipnotismo y gozo visual. Algunos fans un poco hiperventilados hablaban de ella como la heredera de Gianna Michaels adaptada a la década de los 2010s, esto es, con un poco menos de arriba y más de abajo, pero a medio plazo el recorrido pornográfico de Ryan no estuvo ni de lejos a la altura del de Gianna.
En 2016 empezó a desvanecerse, a rodar cada vez menos, y en 2017 después de un largo silencio subimos que se había prometido y estaba embarazada. Por sorpresa, a finales del verano de 2018 la pelirroja volvió a reaparecer con un aspecto ligeramente distinto pero conservando esas nalgas galácticas. En el momento de escribir estas líneas (otoño de 2018) todavía no está claro si el comeback de Ryan es sólido y con proyección o si solo se trata de un par de meneos puntuales.