La guerra de las galaxias es uno de esos films que cambiaron la historia del cine. Del “normal”, porque al porno no le afectó demasiado. La complejidad de recrear aquellos extraordinarios efectos especiales convertía la realización de una versión porno en algo sumamente complicado. Recientemente se ha presentado a bombo y platillo una esperadísima versión pornoparodia con actores como Allie Haze que parodia la película al 100%. Pero en kimurakhv.ru vamos siempre un paso para allá y os vamos a traer una historia de las pornoparodias de la Trilogía de Star Wars, aquellos films de los 70, 80 y 90 que ya jugueteaban con el homenaje a la saga de Lucas.
Star Babe (Ann Perry, 1977)
La primera intentona llegó en 1977, con el éxito de La Guerra de las Galaxias aún fresco. Y como sucedía antes, esta es una de esa parodias solo en título, como Dios manda: el argumento no tiene tanto que ver con el del film de Lucas como Isabel Pantoja con el Cyberpunk: absolutamente nada.
Aquí, tres policías intergalácticas llegan al planeta Phallus a completar una misión. Por el camino, se tiran a su gorila-mascota, comerle el culo a un hombre lobo y follarse a dos tipos con caretas de soldados de asalto y de Darth Vader. Y… ya, porque poco más hay: ni argumento ni referencias a la saga. A su directora no le debió de gustar demasiado el original.
Lo único más mínimo que su argumento es su presupuesto, con la salita de estar de uno de los productores tratando de hacerse pasar por nave espacial con la ayuda de un ordenador Vic-20, y disfraces de carnaval de un suburbio de Baltimore en los 70. Vamos, como las pelis que hacías tú de crío con la cámara. El resultado es una estafa para los fans de Star Wars, una curiosidad para los fans del porno vintage y una delicia para los amantes de las pelis cutres y semi-amateurs.
Star Virgin (Howard Ziehem, 1979)
Otro ejemplo de caradura extrema… Salvo por su título, aquí no hay nada que homenajee a las aventuras de Han Solo y Luke Skywalker. En este caso, la protagonista es Karky Klark, una joven inocente que no tiene ni idea del sexo. Por suerte, tiene un robot que le irá educando en el mundo de la sexología.
La peli está compuesta por varias fragmentos que el robot le enseña a la chavala: dos cheerleaders follándose a un quaterback, Drácula recibiendo una mamada, y cosas semejantes. Una tontá cuya única baza era el oportunismo y su póster, muy resultón en su sencillez.
Sex Wars (Bob Vosse, 1985)
El siguiente intento llegó ya en 1985, y aquí ya sí se intentaba que el original se pareciera un poco a la peli original, con mejores (aunque cutres) efectos especiales y un argumento ligeramente parecido al original. La princesa Layla tiene que liberar la galaxia, del tirano Baltasar, que ha convertido a las mujeres en ninfómanas sin mente. Para ello, que contrata a unos cazarrecompensas y Mark Starkiller para que le ayuden. Los convence a base de polvos, claro está.
El film, más que a Star Wars, parodia a cualquier serie B porno de la época. Tiene unos decorados simpaticotes y hasta una escena de taberna galáctica, con cutrones máscaras en lugar de los maquillajes habituales. Hay algún robotín, alguna pelea y un malo que por es una especie de C3PO ultra-glam que pinta entre poco y nada, pero que hace las veces de Palpatine y Darth Vader. Eso sí: salen Mai Lin y Laurie Smith, que no está nada mal.
Su tardía llegada, ya en los 80, implica que no tenemos ningún anal ni facial, pero al menos está rodada en cine, que siempre ayuda. Con todo, un pequeño clásico de la época del videoclub que aquí fue distribuida bajo el título de “La guerra de las galaxias porno”. Más claro imposible. Y más soso: que poca imaginación.
Porn Wars (Kovi, 2006)
Los más jóvenes ni se acordarán, pero en realidad, desde mediados de los 80 a los 90, La trilogía original perdió mucha popularidad, sin más aventuras a la vista. Tuvo que llegar el revival de SW, con el estreno de “La Amenaza Fantasma” y el resto de la nueva trilogía para que alguien se animara a hacer más películas. En este caso, los chicos de Private, en la cima de su carrera como productora.
Se invirtió una buena cantidad de dinero en esta trilogía de Porn Wars, con todo tipo de efectos especiales, algo de CGI, exteriores, vestuario y maquillaje… Y con algunas de las chicas que la compañía quería hacer pasar por estrellas por la época, tales como Sandra Parker, Tera Bond, Victoria Swinger o Mya Diamond.
Aquí se nos cuenta la historia de las últimas guerreras Jodi, unas guerreras entrenadas en las artes amatorias y pornográficas. Solo ellas pueden volver a traer la paz al universo, a través de derrotar a los señores oscuros a base de folladas.
Lo cierto es que la parte argumental es tan vacía y carente de interés como la obra original de la que bebe. Mucha croma, mucha tontería de poderes y poca picardía o sentido del humor. Eso sí, el sexo está bastante bien, con tríos, cuartetos faciales, anales… en ese aspecto es la más potente de todas las aquí reseñadas, excepción hecha del rimming de Star Babe.
Y así llegamos a la situación actual, con la saga galáctica más popular que nunca, convertida en algo así como el “Windows” de la cultura pop, omnipresente en mi y un memes de internet, y la actual moda de las parodias porno en pleno apogeo (incluso cansando un poco, si me apuran).
Pero el análisis al completo del film lo vamos a dejar para una ocasión posterior. De momento os invitamos a verla por aquí y por aquí, y os citamos aquí mismo, en kimurakhv.ru, para comentarla juntos en un análisis en profundidad. El film de Alex Braun promete fidelidad al material original, a diferencia de todas estas. ¡Ya veremos si nos convence o nos deja fríos, como otras de sus anteriores películas!
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