Casi se han convertido en un género por derecho propio: las películas de serie B con tiburones de todos los tamaños, tipos y mutaciones generados con efectos digitalees baratísimos y horribles. Sharknado y derivadas, ya sabéis. La última película de la lista tiene un título maravilloso, Sharkansas Women’s Prison Massacre, y cuenta entre su reparto con una cuantas pechugonas desconocidas y una vieja amiga del porno: Tracy Lords, la pornstar que se hizo famosa por debutar en la industria ocultando que era mayor de edad, y que luego se hizo un hueco relativo en el cine comercial. Además está envejeciendo de maravilla.
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