La californiana Vanessa Vega es otra actriz que debutó el año pasado a la que le sobra actitud y predisposición para desempeñar con nota cualquier encuentro sexual filmado. Con 26 años y una estética transgresora, Vanessa tiene la mentalidad y el cuajo suficientes a la hora de participar en escenas de sexo duro con una naturalidad pasmosa. No es que haya rodado demasiado durante su aún breve carrera, pero casi todas sus escenas incluyen sexo anal, y las dobles penetraciones y los gangbangs tampoco son nuevos para ella. El hispanovenezolano Ramón Nomar ha sido uno de los últimos en taladrar la retaguardia de Vanessa en una productora de nombre explícito, Drilled. No menos explícito es el nombre de la filial de Mike Adriano —All Anal—,donde se entrega también a los placeres sodomitas del susodicho, mientras la joven debutante Val Steele no para de dar lengüetazos a uno y a otro.
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