Algunas amantes de la cultura cosplayer y del porno duro parecen sacadas directamente de una serie de anime, puesto que su caracterizaciones son geniales, aparte de poder presumir de unos cuerpos perfectos. Un buen ejemplo es la cosplayer pornera Purple Bitch, que se ha hecho enormemente popular en el mundo del entretenimiento para adultos disfrazándose y dejándose taladrar su espectacular trasero.