A raíz de la novela 50 Sombra de Grey, muchas jóvenes con poco criterio literario y escaso bagaje sexual, así como ciertas amas de casa aburridas de sus maridos impresentables, comenzaron a interesarse por el BDSM, pero con ese halo de romanticismo edulcorado que desprende la novela, desconociendo por completo que la realidad es siempre más cruda. Y es que para adentrarse en el mundo del BDSM hay que tener los ovarios bien puestos, como la atractiva morena de este vídeo, a la que le van las emociones más fuertes.