Llegó al porno sin hacer mucho ruido, pero una vez que presentó sus credenciales, dejó a todo el mundo encandilado: unas magníficas tetas naturales y un cuerpo de infarto en sintonía. A todo ello le sumamos un vigor sexual sorprendente, por lo que la ecuación resulta perfecta. Se llama Josephine Jackson y dan ganas de empotrarla como si llegara el fin del mundo.