Que los pezones de una moza se pongan duros y apunten al cielo es una señal inequívoca de que esta se encuentra completamente receptiva. Así le ocurre a esta morbosa latina con gafas, que está deseando comerle la polla a su pareja para que le penetre su carnosa vagina. Y lo mejor de todo es que a ella le encanta que se corra dentro para notar la leche calentita dentro de su almeja.