En Navidad, la denostada figura del cuñado toma mayor protagonismo, con las típicas charlas que surgen en las comidas que se suceden durante estas fechas. Pero hoy contamos con un cuñado mucho más espabilado que la media, puesto que prefiere follarse a su cuñada a escondidas que andar de cháchara arreglando un mundo en plena decadencia.