Su rostro de lolita imperecedera y su gran desempeño sexual durante sus numerosos años de carrera pornográfica han permitido a Little Caprice convertirse en una de las actrices porno checas más populares de la historia, y eso no es moco de pavo dado el gran nivel de las starlets procedentes de la República Checa. Y es que esta hembra rezuma morbo por todos los poros de su piel en cada encuentro sexual que filma.