Hay lugares comunes donde se suelen echar los primeros polvos de juventud: en el coche de nuestros padres, una de las primeras veces que nos lo dejan, en algún lugar del extrarradio de nuestra ciudad o en una tienda de campaña, como es el caso de esta parejita de jovenzuelos, que tienen que procurar no hacer ruido porque se hallan rodeados de otras muchas tiendas.