Decía el maestro Woody Allen que el sexo solo es sucio si se hace bien, de ahí que la productora Vixen tenga sus detractores, puesto que sus escenas parecen impolutas, pese a que no estén exentas de penetraciones vaginales e, incluso, anales, en alguna ocasión, pero las chicas lucen perfectas, las localizaciones son idílicas y el folleteo, más que sucio, parece onírico.