En la actualidad, hay un gran número de sitios web de contacto, donde los usuarios chatean y, si la cosa cuaja, pues echan el correspondiente polvazo., Por tanto se trata de una herramienta eficiente para mojar el churro sin tener que aguantar la jodida música reguetón en las discotecas ni el cruterío que impera en muchos lugares nocturnos. He aquí un buen ejemplo de que se puede cortar las dos orejas y el rabo en una cita de Tinder.