La fórmula de contratar a una pornstar a la que estamos acostumbrados a ver en circunstancias muy concretas y someterla a tratamientos estilísticos diferentes es algo que algunos artistas más o menos vinculados a lo erótico vienen haciendo desde hace tiempo, contribuyendo a que la industria y el mundo en el que se enmarca tengan cada vez menos barreras entre sí.
Jade Scott es una más: una fotógrafa y realizadoras que ha encontrado en las starlets del porno presencias que saben soltarse ante la cámara y mostrar una cara distinta a lo habitual. Y agenda, desde luego, no le falta.
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