Recurrimos aun trío ya pretérito de Pure Taboo, en el que la siempre brillante Whitney Wright interpreta el rol de una joven chica, aunque muy experimentada en el ámbito sexual. Mientras que Carolina Sweets, con su aspecto de chica nerd, es aún virgen y su experiencia sexual no va más allá de haberse besado y magreado con algunos chicos. El apuesto hermanastro es Lucas Frost, que se burla de la empollona de la casa, pero que finalmente se sorprenderá del inesperado despertar sexual de la tímida joven.
Whitney clava el papel de chica desvergonzada y traviesa, pero lo cierto es que tanto la caracterización como la interpretación de Carolina Sweets añaden un morbo adicional a este metraje de esta productora rompe tabúes, a la que de vez en cuando acudimos para contrarrestar la hegemonía actual del porno gonzo.
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